El valor intrínseco es un concepto fundamental en el análisis financiero, especialmente cuando se trata de evaluar acciones en el mercado. En este artículo, vamos a explicar qué es el valor intrínseco, cómo se calcula y por qué es importante para los inversionistas. Además, veremos ejemplos prácticos y cómo se aplica este valor en el análisis de opciones. Así podrás entender cómo esta técnica puede ayudarte a tomar decisiones más acertadas sobre tus inversiones.
¿Qué es el valor intrínseco de una acción?
El valor intrínseco es el valor real o subyacente de una acción, independientemente de su precio de mercado. Este se calcula con base en factores fundamentales de la empresa, como sus ganancias, deuda, flujo de caja, crecimiento y perspectivas a largo plazo.
Se utiliza frecuentemente para evaluar si una acción está sobrevalorada o subvalorada en relación con su precio de mercado. Por ejemplo, si el valor intrínseco de una acción se calcula en $200.000 y su precio de mercado es de $400.000, es posible que se considere que la acción está sobrevalorada, lo que podría ser una señal de venta para los inversionistas. Por el contrario, si el valor intrínseco es de $400.000 y el precio de mercado es de $200.000, podría considerarse que la acción está subvalorada, representando una posible oportunidad de compra.
El análisis del valor intrínseco es una técnica comúnmente usada por los inversionistas para valorar las acciones y tomar decisiones de inversión. Sin embargo, es clave tener en cuenta que el valor intrínseco no es una medida exacta y puede variar según la metodología empleada y las suposiciones sobre el futuro de la empresa. Además, el precio de mercado de una acción en un momento dado puede estar influenciado por factores psicológicos y emocionales, lo que no siempre refleja el valor intrínseco del título.
¿Cómo puedo calcular el valor intrínseco de una acción?
Existen varias maneras de calcular el valor intrínseco de una acción, pero una de las más comunes es el modelo de descuento de flujo de caja (DCF, por sus siglas en inglés). Este modelo consiste en estimar el flujo de caja futuro de la empresa y descontarlo a una tasa para obtener el valor presente de ese flujo de caja. El valor actual neto (VAN) resultante se considera el valor intrínseco de la acción.
Para calcular el valor intrínseco de una acción usando el modelo DCF, es necesario hacer las siguientes suposiciones y realizar los siguientes pasos:
- Identificar el flujo de caja futuro: Primero, se estima el flujo de caja futuro de la empresa, que incluye las ganancias esperadas, menos los gastos de capital e impuestos.
- Seleccionar una tasa de descuento: Luego, se elige una tasa de descuento para reflejar el costo del dinero a lo largo del tiempo. Esta tasa se utiliza para calcular el valor presente de cada flujo de caja futuro.
- Calcular el VAN: Finalmente, se suman los valores presentes de todos los flujos de caja futuros para obtener el VAN, que es el valor intrínseco de la acción.
Ahora, veamos un ejemplo práctico de cómo aplicar este modelo.
Ejemplo de valor intrínseco con flujo de caja descontado
Supongamos que tenemos la compañía HIUB. Sus flujos de caja futuros para los primeros diez años son los siguientes:
Año | Flujos de caja futuros (FC) |
1 | 300 |
2 | 330 |
3 | 396 |
4 | 462 |
5 | 495 |
6 | 462 |
7 | 508,2 |
8 | 533,61 |
9 | 560,29 |
10 | 588,31 |
La tasa de descuento puede ser el costo promedio ponderado de capital (WACC) de la empresa o una tasa libre de riesgo, como la de los bonos del tesoro a 30 años. Para el ejemplo, asumiremos que es de 3.5% anual.
Además, sabemos que el valor terminal en el año 10 es de $16,800 millones, el cual se descontará desde ese periodo. Es decir, el cálculo sería el siguiente:
Valor intrínseco: Paso 1
Valor intrínseco: Paso 2
Valor intrínseco: Paso 3
Imaginemos que el precio por acción de la firma es de $45.000 y que el número de acciones es de 400. Por lo tanto, la capitalización bursátil es de $18.000 millones (45.000*400).
Ahora, comparamos el VAN ($27.042,40 millones) contra la capitalización bursátil ($18.000 millones). Como el primero es mayor al segundo, la empresa podría estar subvalorada y ser atractiva para invertir.
Es importante recordar que el valor intrínseco puede calcularse con varias metodologías, y las fuentes de información pueden mostrar diferentes métodos, lo que puede llevar a discrepancias. Lo relevante aquí es tener un panorama general sobre este concepto y sus implicaciones en el análisis fundamental.
Valor intrínseco de opciones
En el caso de las opciones, el valor intrínseco se calcula como la diferencia entre el precio de ejercicio (strike) y el precio del subyacente. Esto, siempre en términos de cuánto beneficio se genera para el dueño de la opción. Si la diferencia es negativa, el valor intrínseco es cero, es decir, se está midiendo solo la ganancia del poseedor de la opción. Asimismo, si el strike y el precio del subyacente son iguales (at the money), el valor intrínseco también es cero. Otra manera de verlo es la siguiente: si la opción está "in the money", existe un valor intrínseco para el inversionista.
Veamos dos ejemplos. Primero, para una opción call, si el strike es de $80.000, mientras que el precio del subyacente es $100.000, el valor intrínseco sería $20.000 (100.000-80.000). Ahora, si la prima pagada por el derivado es de $8.000, el beneficio neto para el inversionista es de $12.000 (20.000-8.000), si se mantiene el valor intrínseco de $20.000 cuando el derivado expire.
Para una opción put (de venta) es un poco diferente. Si el strike, por ejemplo, es de $52.000, y el precio del subyacente es de $40.000, el valor intrínseco es de $12.000 (52.000-40.000). Pero si se tuvo que pagar una prima de $16.000, en este caso específico, el inversionista no ha obtenido un beneficio, sino una pérdida de $4.000 (12.000-16.000), asumiendo que el valor intrínseco es de $12.000 al vencimiento.
Además, debemos tener en cuenta que el precio de una opción no solo depende del valor intrínseco, sino también del valor extrínseco. Este último refleja el impacto de factores externos, como cuánto tiempo falta para el vencimiento del derivado.