
El rebalanceo de cartera no es opcional: es una práctica esencial para mantener el control sobre tu perfil de riesgo. En Colombia, más aún con la volatilidad de los mercados, no hacerlo puede costarte dinero y tranquilidad.
¿Qué significa rebalancear tu portafolio?
En el contexto colombiano, donde muchos inversores están expuestos a activos como ETFs internacionales, acciones locales, y fondos de renta fija en TES o CDT, el concepto de rebalanceo toma una relevancia especial.
Rebalancear significa vender una parte de lo que ha subido y comprar más de lo que ha bajado, con el objetivo de volver a tu asignación inicial de activos. ¿Y para qué sirve todo esto? Para que tu portafolio no se descontrole y termines con un riesgo mayor o menor al que estás dispuesto a asumir. No es simplemente una acción técnica: es una forma de protegerte de tus propias emociones cuando el mercado tiembla.
¿Aportaciones periódicas o rebalanceo? No es lo mismo
Muchos perfiles de inversores en Colombia, sobre todo los que están empezando, creen que con hacer aportes mensuales es suficiente. “Si invierto más en lo que está barato, ¿no es lo mismo?”. La verdad es que eso solo funciona cuando tu portafolio es pequeño. Si estás aportando, digamos, $1.500.000 COP al mes y tu portafolio total es de $5 millones, esas aportaciones representan el 30%. Ahí sí puedes mover el equilibrio.
Pero ¿qué pasa cuando tu portafolio crece a $50 millones? Tus aportes ahora pesan solo un 3%, y no te alcanzan para corregir los desajustes.
¿Qué es la asignación inicial y por qué importa tanto?
Cuando diseñaste tu portafolio, seguramente pensaste algo como: 60% en renta variable internacional, 30% en renta fija colombiana y 10% en liquidez. Esa es tu asignación inicial, y está pensada para reflejar tu perfil de riesgo, tu horizonte de inversión y tus metas. Pero el mercado no se queda quieto. Si las acciones suben más que los bonos, podrías terminar con un 75% en renta variable sin darte cuenta. Y ahí comienzan los problemas…
Dos riesgos muy reales por no hacer rebalanceo
Si no rebalanceamos, nos enfrentamos a dos principales consecuencias:
- Asumir más riesgo del que puedes tolerar: imagina que estás a cinco años de pensionarte y tu portafolio, sin darte cuenta, se desvió hacia un perfil más agresivo. Llega una corrección fuerte del mercado y perdés buena parte del capital justo antes de necesitarlo.
- Ser demasiado conservador sin quererlo: también puede pasar lo contrario: si no rebalanceas y tu portafolio se vuelve muy conservador, tus rendimientos bajan y eso impacta tus ingresos futuros.
Un ejemplo práctico que deja clara la diferencia
Supongamos que a los 45 años tienes $183 millones invertidos y el mercado cae, dejándote en $133 millones. Si no rebalanceas y solo sigues aportando, tardas hasta 8 años en volver a tu asignación inicial.
Eso son 8 años con un portafolio desbalanceado. En un caso similar, rebalanceando cada año, terminas a los 53 años con $1.130.000 más que si no lo hicieras. Puede parecer poco, pero con el poder del interés compuesto, ese monto puede ser considerable con el tiempo.
Y lo más importante: evitas tomar decisiones emocionales en el peor momento posible.
Eso son 8 años con un portafolio desbalanceado. En un caso similar, rebalanceando cada año, terminas a los 53 años con $1.130.000 más que si no lo hicieras. Puede parecer poco, pero con el poder del interés compuesto, ese monto puede ser considerable con el tiempo.
Y lo más importante: evitas tomar decisiones emocionales en el peor momento posible.
Rebalancear no es algo glamuroso. No vas a ver fuegos artificiales ni vas a presumirlo en redes. Pero es una de las decisiones más sensatas y rentables que puedes tomar como inversionista en Colombia.
Si quieres profundizar más, puedes seguir leyendo esta guía sobre los ETFs más rentables para invertir.