Siguiendo con la actual situación de China, añado la visión de Pictet, ya que he visto en la tabla de fondos que ha aportado bubble92 que había un fondo de la gestora. En su máximo de junio la capitalización de las acciones chinas llegó a diez trillones de dólares, mayor que su economía y 11% del valor del capital global. Las valoraciones en el índice Shanghai Composite han llegado a ser 20 veces la previsión de beneficios, frente a 16,5 veces del índice S&P 500. Después el índice más seguido, Shanghai Composite, ha llegado a perder 33%, tres billones de dólares, la mayor corrección mensual desde 1992. Aunque aún gana alrededor de 10% en el año, ha obligado a las autoridades a intentar frenar la caída con intervenciones cada vez más agresivas. Al respecto de este comentario añado consideraciones de Patrick Zweifel, economista jefe, Luca Paolini, estratega jefe, Pauline Dan gestora de Pictet-Greater China y Lan Wang Simond, gestora de Pictet TR Mandarin. Las bolsas de China continental, Shanghai y Shenzhen, cuentan con mercados A y B de acciones. En mercados A las acciones están en renminbi y en B en moneda extranjera –en dólares de EEUU en Shanghai y dólares de Hong Kong en Shenzhen-. Durante mucho tiempo el mercado A estuvo cerrado a extranjeros y el B era sólo para locales. Sin embargo en 2001 las autoridades intentaron impulsar el mercado B abriéndolo a inversores chinos y en 2003 permitieron que las instituciones extranjeras autorizadas pudieran comprar acciones A. Además los títulos H, que cotizan en Hong Kong, estaban abiertos a extranjeros. La conexión Shanghai-Hong Kong desde Noviembre de 2014 facilita que los inversores de cada mercado compren valores en el otro con su agente local. El auge de las acciones de China chocaba con la desaceleración de su crecimiento económico, que había caído medio punto porcentual hasta 7% anual. Las autoridades, intentaron aumentar los precios de los activos. Al mismo tiempo un mercado inmobiliario débil canalizaba a los inversores nacionales hacia renta variable, más con la liberalización de los intercambios entre los mercados de Shanghai y Hong Kong y rumor de inclusión de las acciones A en el índice mundial MSCI de mercados emergentes. Ahora se han tomado medidas para estabilizar los mercados, incluyendo un fondo de estabilización de 120.000 millones renminbi e intermediarios comprometidos a no reducir inversiones con el índice Shanghai por debajo de 4.500 puntos. Alrededor de 40% de las empresas en el índice Shanghai Composite, han llegado a estar suspendidas de cotización. Tras la corrección las valoraciones están en niveles alrededor de 15 veces beneficios previstos en acciones A y alrededor de diez en acciones H. Ahora bien, aunque con el tiempo puede haber oportunidades atractivas, la corrección y volatilidad pueden persistir. En realidad el efecto a largo plazo puede traducirse en rebote significativo del crecimiento económico. Además, aunque consideramos que la Reserva Federal comenzará un proceso gradual de aumento de tipos de interés en septiembre, los mercados de futuros lo descuentan para marzo de 2016. Lo que beneficiaría a los activos en China. El aumento este año de los precios de las acciones chinas no había tenido efecto en el consumo, que se ha mantenido estable en el mejor de los casos. Además en China la tasa de ahorro de los hogares sobre la renta disponible es 30%, en comparación con 5% en EEUU. Tampoco debe verse afectada la capacidad de las empresas chinas para financiarse. Las acciones suponen 5% de la financiación, mientras que los préstamos bancarios y deuda empresarial 76% y 10%. Las empresas más vulnerables son los intermediarios que han prestado al margen y puede que no recuperen todo su dinero. Una pérdida del 10% equivaldría a sus beneficios de 2014. Pero los riesgos para el sector bancario son menores. Así que una crisis bancaria sigue siendo altamente improbable. Lo que sí se ha dañado es la confianza de los inversores en la capacidad de las autoridades para supervisar la reforma de la economía y el sistema financiero. Dicho esto, como habéis dicho muchos de vosotros, lo veo todo muy confuso, además viendo mi perfil moderado creo que no entraría en estos momentos al mercado chino y si estuviera dentro aprovecharía para salir de él, como bien ha dicho jinete nocturno. La frase que citas de Craig Solberg me va como anillo al dedo, plumilla :) De todas formas por lo que dice Santiago, la inversión de fondos con exposición a Hong Kong y que no tienen A-Shares, la única preocupación existente sería la volatilidad propia del mercado, por lo que la única posibilidad de que invirtiese en China ahora mismo sería si tuviera inversión en fondos con exposición a Hong Kong. ¿Qué pensáis al respecto?