
Chapter 11 (Capítulo 11 en español) sigue siendo una de las opciones legales más relevantes para empresas que enfrentan dificultades financieras. Conocido como un proceso de reorganización financiera, permite a las empresas reestructurarse y continuar operando mientras solucionan sus problemas de deuda. Este artículo desglosa el proceso, su funcionamiento, los beneficios y los costos asociados, así como ejemplos actuales y comparaciones con otras alternativas de quiebra.
¿Qué es el Chapter 11?
El Chapter 11 es un procedimiento bajo el Código de Quiebras de los Estados Unidos, específicamente diseñado para ayudar a empresas (y en algunos casos, individuos) a reorganizar sus finanzas sin necesidad de liquidar todos sus activos.
A diferencia de otros procedimientos de quiebra, como el Chapter 7, que se enfoca en la liquidación; el Chapter 11 permite a los deudores reestructurar sus deudas, reducir operaciones, renegociar contratos y, en última instancia, preservar su existencia. Este proceso, sin embargo, no está exento de complicaciones y costos. Las empresas deben presentar un plan de reorganización, que debe ser aprobado por los acreedores y la corte. De no cumplirse los términos del plan, la empresa podría terminar en liquidación.
¿Cómo funciona el Chapter 11?
El Chapter 11 permite que las empresas continúen operando mientras reorganizan su estructura financiera. Durante el proceso, la corte supervisa las decisiones clave, como la venta de activos y la renegociación de deudas. A continuación, se detallan los pasos más importantes:
- Reestructuración de deudas: el deudor, ya sea una persona o empresa, presenta un plan para reorganizar sus deudas. Este plan puede incluir la renegociación de contratos, la reducida operación de la empresa o, en casos extremos, la venta de activos para pagar a los acreedores.
- Supervisión judicial: la corte mantiene el control sobre decisiones clave, como la venta de activos o la contratación de nuevos préstamos, durante todo el proceso. A pesar de que la empresa sigue operando, algunas decisiones requieren la aprobación judicial.
- Posibilidades para los inversores: los inversores, a menudo, tienen dos opciones: esperar que la empresa se recupere o aceptar las pérdidas si la reorganización no es exitosa.
- Proceso lento, pero estratégico: la reorganización bajo el Chapter 11 puede tomar varios años para implementarse, generalmente entre 3 a 5 años. En casos excepcionales, el proceso puede extenderse más.
Beneficios y costos del Chapter 11
Uno de los principales beneficios del Chapter 11 es que permite a las empresas seguir operando, lo cual preserva puestos de trabajo y la viabilidad de las operaciones. Además, el proceso de reestructuración puede resultar en un alivio financiero significativo al reducir las deudas y renegociar términos con los acreedores.

Sin embargo, el costo de este proceso es considerable. Las tarifas legales son altas y las empresas deben asumir una carga administrativa pesada durante la reorganización. Las pequeñas empresas, en particular, pueden verse afectadas por estos costos, lo que puede dificultarles la viabilidad en este tipo de procedimientos.
¿Qué empresas pueden acogerse al Chapter 11?
Cualquier empresa o individuo que tenga sede, activos o intereses comerciales en Estados Unidos puede acogerse al Chapter 11, sin importar su nacionalidad. Incluso empresas extranjeras, como en el caso de Avianca, pueden solicitar la reorganización bajo este capítulo si tienen presencia en EE. UU. Es importante destacar que, en 2020, se introdujo una modificación en el Chapter 11 conocida como la Ley de Reorganización de Pequeñas Empresas, que permite a las pequeñas empresas (con deudas menores a 2.7 millones de dólares) reorganizarse de manera más ágil.
Ejemplos recientes de empresas que se han acogido al Chapter 11
Diversas empresas globales han utilizado el Chapter 11 para reorganizar sus finanzas, y algunas de ellas han salido más fuertes tras el proceso:
- Avianca: la aerolínea colombiana, afectada por la pandemia del COVID-19, solicitó la protección bajo el Chapter 11 en 2020 para poder renegociar sus deudas y reestructurarse.
- General Motors y Chrysler: tras la crisis financiera de 2008, ambos gigantes automotrices se acogieron al Chapter 11 para reestructurar sus deudas, recibiendo, en algunos casos, asistencia gubernamental.
- Donald Trump: el expresidente de EE. UU. y su imperio empresarial han utilizado varias veces el Chapter 11 en diferentes momentos, como en 1991 con Trump Taj Mahal y en 2004 con Trump Hotels and Casinos Resorts.
Capítulo 11 vs Chapter 7: ¿Qué opción elegir?
El Chapter 7 es otra opción dentro del Código de Quiebras de los Estados Unidos, pero se enfoca en la liquidación de los activos del deudor para pagar las deudas. Mientras que el Chapter 11 ofrece una segunda oportunidad para que las empresas continúen sus operaciones y reorganicen sus deudas, el Chapter 7 es más drástico y pone fin a la actividad de la empresa.
La elección entre Chapter 11 y Chapter 7 depende de varios factores, como el tamaño de la deuda, el deseo de continuar con las operaciones o la viabilidad de reestructurar la deuda.
La elección entre Chapter 11 y Chapter 7 depende de varios factores, como el tamaño de la deuda, el deseo de continuar con las operaciones o la viabilidad de reestructurar la deuda.
El Chapter 11 es una herramienta crucial para empresas en apuros financieros, pero no es una solución sencilla ni económica. Al ofrecer una salida para reorganizarse, las empresas tienen la posibilidad de continuar operando y restaurar su viabilidad financiera. Sin embargo, los costos asociados y la duración del proceso son factores importantes a considerar. Empresas y emprendedores deben evaluar cuidadosamente si el Chapter 11 es la mejor opción, y siempre consultar con expertos legales y financieros antes de tomar una decisión.